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La huella digital es el rastro de datos personales que vamos dejando en el entorno digital con nuestras actividades en línea. Cada búsqueda que realizamos, cada publicación en redes sociales o cuenta creada forma parte de esa huella. En la era digital actual, proteger la privacidad y tener control sobre nuestros datos personales es fundamental, ya que dicha información puede ser utilizada sin nuestro consentimiento si no la gestionamos adecuadamente. Es importante entender que esta huella digital permanece incluso después del fallecimiento; los perfiles y datos de una persona siguen en Internet y podrían quedar expuestos indefinidamente si no se toman medidas para eliminarlos. A continuación, exploraremos en detalle qué implica borrar la huella digital, tanto en Internet como la huella digital biométrica, por qué es importante hacerlo, los métodos para lograrlo y qué dice la legislación al respecto.
El borrado de la huella digital se refiere al proceso de eliminar o reducir al máximo los datos personales y registros que una persona ha dejado en el mundo digital. Esto incluye borrar información como cuentas en redes sociales, perfiles en plataformas en línea, historiales de búsqueda, publicaciones, fotos, entre otros contenidos que constituyen su identidad digital. Está estrechamente ligado al llamado derecho al olvido, reconocido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014, que permite solicitar la supresión de datos personales de los resultados de búsqueda bajo ciertas condiciones.
Es importante distinguir entre la huella digital en Internet y la huella digital biométrica. La huella digital en Internet (o huella digital online) abarca todos los rastros de actividad en la red: cuentas de correo, perfiles sociales, compras en línea, comentarios en foros, etc. En cambio, la huella digital biométrica se refiere a la huella dactilar de nuestros dedos utilizada para identificarnos en dispositivos y sistemas (por ejemplo, el registro de nuestra huella en el sensor de un teléfono móvil o en un lector de huellas para control de acceso). Cuando hablamos de borrar la huella digital, generalmente nos referimos a limpiar nuestra presencia en Internet, pero también puede implicar eliminar datos biométricos almacenados en dispositivos o sistemas de seguridad.
Las coberturas básicas son aquellas que cualquier seguro de decesos debería incluir para garantizar un servicio completo:
En resumen, borrar la huella digital tiene que ver con mantener el control sobre nuestra información personal, evitando que permanezca accesible eternamente en Internet o que caiga en las manos equivocadas. Ya sea en vida o después, reducir ese rastro nos da mayor tranquilidad en cuanto a privacidad y seguridad.
Eliminar la huella digital en Internet puede ser un proceso laborioso, pero es posible tomando una serie de pasos concretos. Si quieres borrar tu rastro en línea, estas son algunas recomendaciones clave:
El primer paso es identificar qué información tuya está circulando por Internet. Haz una búsqueda exhaustiva de tu nombre en Google y otros buscadores (lo que se conoce como egosurfing), revisa tus perfiles en redes sociales, foros en los que hayas participado y cualquier cuenta antigua que puedas haber olvidado. Apunta todas las cuentas, perfiles y menciones que encuentres, ya que sobre ellas tendrás que actuar.
Es recomendable cerrar todas las cuentas inactivas o servicios que ya no utilizas. Sitios web antiguos, suscripciones a boletines, cuentas de redes sociales abandonadas… Todo aquello que no necesites, elimínalo. La mayoría de plataformas tienen una opción de “Eliminar cuenta” o “Cerrar perfil” en la sección de configuración o privacidad. Sigue los procedimientos indicados por cada servicio para borrar tus datos. Por ejemplo, redes como Facebook, Instagram, Twitter, etc., permiten desactivar o eliminar permanentemente la cuenta. Al hacerlo, se borrarán (tras un período de gracia) los datos asociados a ese perfil. Dar de baja estas cuentas obsoletas ayuda a reducir mucho tu huella digital y además mejora tu seguridad al quitar posibles vectores de ataque.
En aquellas cuentas que decidas mantener activas, revisa la información y publicaciones que has compartido. Puedes eliminar fotos, publicaciones o comentarios antiguos que ya no quieras que estén públicos. Revisa la configuración de privacidad de tus perfiles: por ejemplo, limita quién puede ver tus publicaciones pasadas en Facebook, o haz privadas tus cuentas de Instagram/Twitter si no deseas un perfil público. Cuanto menos contenido personal esté disponible abiertamente, menor será tu huella. También considera usar seudónimos o información mínima en perfiles públicos.
Aunque esto corresponde más a la información almacenada en tus dispositivos o cuentas de servicios, también forma parte de tu rastro. Borra el historial de navegación de tus navegadores web y el historial de búsquedas de servicios como Google. Por ejemplo, en Google puedes eliminar registros de tu actividad (búsquedas, ubicaciones, comandos de voz) accediendo a tu cuenta Google – Mi Actividad. Este paso no borra datos públicos, pero reduce la cantidad de información que las empresas tienen sobre tus hábitos.
Para contenidos que aparecen en sitios que no controlas (por ejemplo, una noticia antigua donde apareces mencionado, un directorio de datos personales, fotos en las que te etiquetaron, etc.), es posible que tengas que contactar directamente con los administradores o el soporte de esas páginas. Solicítales cordialmente que eliminen tus datos personales o referencias. Muchas empresas, en cumplimiento de las leyes de protección de datos, ofrecen formularios o canales para solicitar la eliminación de información personal. Por ejemplo, Google dispone de un formulario de solicitud de retirada de resultados específicos de búsqueda en virtud del derecho al olvido. Es importante proporcionar la URL exacta del contenido que quieres eliminar y razones basadas en privacidad.
Como mencionamos, el derecho al olvido permite pedir a buscadores (Google, Bing, etc.) que desindexen ciertos resultados asociados a tu nombre. Si encuentras páginas con información personal sensible o desactualizada sobre ti, puedes enviar una solicitud al buscador para que esas páginas no aparezcan al buscar tu nombre. Ten en cuenta que este derecho tiene límites y se pondera frente al interés público: solo procede para información personal irrelevante, desactualizada o que vulnere derechos, no para eliminar contenido simplemente desfavorable. La Agencia Española de Protección de Datos ofrece orientación sobre cómo ejercer este derecho.
Existen herramientas y servicios online que te ayudan a borrar o minimizar tu huella digital. Por ejemplo, hay servicios especializados (algunos de pago) que envían solicitudes de eliminación en tu nombre a múltiples sitios web y bases de datos públicas donde pudieran aparecer tus datos (como directorios de personas, resultados de buscadores, etc.). También puedes apoyarte en herramientas que aumentan tu privacidad de cara al futuro, como usar una red VPN para navegar anónimamente, bloqueadores de rastreadores y anuncios, o extensiones de navegador que impidan el seguimiento. Estas herramientas no borran la información ya publicada, pero previenen seguir acumulando huella digital a partir de ahora.
Nota: Borrar la huella digital requiere paciencia y meticulosidad. Es posible que debas repetir búsquedas periódicamente para verificar que cierta información desapareció de la red. También ten presente que algunos datos pueden tardar en eliminarse completamente (por ejemplo, las páginas web en caché o copias de seguridad). Sin embargo, siguiendo estos pasos puedes lograr reducir significativamente tu presencia en línea. Como señala un especialista, hacer desaparecer los datos personales de Internet es posible pero a veces laborioso; lo importante es perseverar y aprovechar las herramientas legales y técnicas disponibles
¿Es posible eliminar completamente la huella digital de Internet?
–Mito: Se cree que uno puede desaparecer por completo de la red si borra suficientes cosas.
–Realidad: En la práctica, no se puede eliminar la huella digital al 100% una vez que ciertos datos han sido publicados. Siempre puede quedar alguna copia, referencia o dato en servidores que no controlamos. Sitios de terceros, capturas de pantalla, la memoria caché de Google o archivos históricos pueden conservar información incluso después de intentar borrarla. Lo que sí es factible es reducir al mínimo la información personal online y dificultar enormemente encontrar datos sobre nosotros. Diversas fuentes enfatizan que borrar por completo no es sencillo ni garantizado, pero tomando medidas podemos minimizar la huella y proteger nuestra privacidad. En resumen: alcanzar un borrado total es casi imposible, pero no por ello debemos desistir de limpiar y controlar nuestros datos digitales.
¿Pueden los productos de limpieza borrar la huella digital (dactilar)?
Aquí hay que distinguir de nuevo entre huella digital en Internet y huella dactilar física.
– Mito: “Si limpio mucho mis dedos con alcohol o lejía, ¿podría borrar mis huellas dactilares permanentemente?”
– Realidad: Un uso normal de productos de limpieza no eliminará tus huellas dactilares de forma permanente. Es cierto que un uso excesivo de desinfectantes o químicos fuertes puede dañar temporalmente la piel de los dedos. De hecho, durante la pandemia se reportó que el uso muy frecuente de gel hidroalcohólico podía llegar a irritar y agrietar la piel, afectando momentáneamente la claridad de las huellas dactilares. Sin embargo, nuestras huellas vuelven a regenerarse con el tiempo una vez que la piel se recupera. Solo en casos extremos, como exposiciones prolongadas o heridas profundas, las huellas podrían alterarse de forma más duradera. Así que limpiarse las manos con alcohol o jabón regularmente no va a borrar tus huellas dactilares; a lo sumo las dificultará momentáneamente (por resecar la piel) hasta que se restauren. En cuanto a la huella digital en Internet, no existen «productos de limpieza» mágicos que borren nuestros datos online de un plumazo – requiere las acciones conscientes que describimos en secciones anteriores.
¿El alcohol o las toallitas húmedas afectan las huellas dactilares?
– Mito: “Pasar toallitas con alcohol por el dedo borra la huella, o el lector no la toma.”
– Realidad: Limpiar el dedo o el sensor con alcohol puede mejorar la detección, no empeorarla, siempre que se haga con moderación. Los fabricantes incluso sugieren limpiar suavemente los sensores con alcohol isopropílico para quitar la grasa acumulada. Lo que sí puede ocurrir es que el alcohol en la piel la reseque si se usa en exceso, provocando pequeñas descamaciones que temporalmente cambien la superficie de la huella. Pero esto es algo pasajero. No hay evidencia de que las toallitas húmedas comunes borren el dibujo de la huella dactilar. Para realmente borrar o alterar una huella digital física harían falta medidas drásticas (cortes profundos, quemaduras químicas fuertes) que desde luego no recomendaremos, aparte de que suelen ser intentos inútiles: incluso con cicatrices, siempre quedan porciones identificables de la huella según peritos forenses. En conclusión, usar alcohol gel o toallitas desinfectantes en las manos no destruirá tus huellas dactilares, solo hay que hidratar la piel luego si se reseca.
En general, alrededor de la huella digital se exagera su vulnerabilidad. La realidad es que nuestra identidad digital requiere un esfuerzo deliberado para gestionarla, y las huellas dactilares físicas son bastante resilientes. No hay soluciones mágicas ni atajos instantáneos, pero con conocimiento y acciones concretas se puede lograr un equilibrio entre aprovechar la vida online y cuidar nuestra privacidad.
En materia de borrar la huella digital, el marco legal juega un papel crucial, especialmente en cuanto a derechos de los usuarios y obligaciones de las plataformas:
En resumen, las leyes actuales apoyan a los ciudadanos en el control de su huella digital, ofreciendo herramientas como el derecho al olvido para suprimir datos personales y regulando la gestión de la identidad digital tras la muerte. Conocer nuestros derechos es esencial para poder hacerlos valer: ante cualquier contenido personal que queramos borrar, tenemos el respaldo legal para intentarlo, y entidades como la AEPD para ayudarnos en el proceso.
En conclusión, la huella digital que vamos dejando a lo largo de la vida puede convertirse en un arma de doble filo: por un lado refleja nuestra identidad y actividades, pero por otro puede comprometer nuestra privacidad y seguridad si no la gestionamos. Como hemos visto, es vital tomar el control de nuestra huella digital, eliminando aquello que no queremos que permanezca público para siempre y protegiendo nuestros datos personales tanto en Internet como en dispositivos. En vida, esto implica ser proactivo en borrar cuentas que no usemos, configurar bien la privacidad de las que sí usamos y ejercer nuestros derechos cuando sea necesario.
Igualmente es importante planificar la eliminación de la huella digital de cara al futuro. Al igual que organizamos otros aspectos de nuestro legado, deberíamos dejar indicaciones sobre qué hacer con nuestros perfiles y datos cuando no estemos. Cada vez es más común incluir las voluntades digitales en testamentos o aprovechar opciones que brindan algunos servicios (como designar un contacto de legado en Facebook, por ejemplo, o anotar contraseñas en un documento para nuestros herederos).
Una herramienta muy útil para gestionar el legado digital tras el fallecimiento es contar con un seguro de decesos que ofrezca este servicio. Hoy en día, muchas pólizas de decesos en España incluyen la cobertura de borrado de la huella digital del asegurado. Esto significa que, llegado el momento, la compañía aseguradora se encargará –a petición de la familia– de realizar todos los trámites para cerrar cuentas en línea, eliminar perfiles en redes sociales, dar de baja suscripciones digitales y suprimir la información personal del fallecido en Internet. Es un apoyo invaluable para los allegados, ya que les ahorra tiempo y esfuerzo en un proceso que puede ser complejo y abrumador durante el duelo. Por ejemplo, servicios como el Legado Digital de algunas aseguradoras cubren integralmente estas gestiones, asegurando que el derecho al olvido del difunto se ejecute de forma respetuosa y conforme a la ley.
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